La chica se desvaneció, literalmente de la nada. Tal parece ella empezo a empeorar un poco más, le faltaba algo más fuerte por que quedarse. Ella comenzo a mirar de nuevo, estaba en casa, con los reflejos de las piedras del espejo, de colores tan opacos que parecían joyeria barata.
La chica vio con asombro como se removían las capas de hielo que impedían su visión, era como si un mar congelado estuviese debajo. Sus ojos volvian al color morado que emitian las galaxias. Al fin podía ver bien sus manos, sus dedos. Se miro dentro de los multiples fractales, estaba bien, con unos tres moretones en las rodi